El polvo bronceador es uno de esos productos de belleza que no puede faltar en tu tocador, un must have con el que puedes cambiar, en cuestión de segundos, la apariencia de tu rostro, haciéndolo ver saludable y con un tono envidiable sin tener que exponerte al sol (evitando todos los riesgos que eso implica).
De la misma forma puede ser un producto con que podemos caer en errores y conseguir lo opuesto de lo que esperamos...
Por esto, y por más motivos, hoy quiero enseñarte como usarlos sin terminar pareciendo un conguito. ¿Te animas?.