Entonces sonaron las campanas, ding-dong, ding-dong... >>¿Que hora es? oh! no! (ding-dong). ¿Como pudo olvidarse de la hora?, ¿Sería por el príncipe Azul? tan guapo, tan atento... (ding-dong). Entonces salió corriendo escaleras abajo (ding-dong). Eran las 12 campanadas que indicaba la hora, la hora de volver a su casa y a su mundo ordinario... ding-dong, >> ¡uy! vaya traspiés, casi me mato. >> NO! mi zapato (ding-dong), no me da tiempo a cogerlo (ding-dong) da igual no quiero que me vea normal... ding-dong...>> ya casi he llegado a bajo (ding-dong... ), me esconderé y volveré a casa, con solo un precioso zapato... (ding-dong).
Y mientras terminaban de sonar las 12 campanadas, cenicienta se alejó de la fiesta, con su traje roído por el tiempo y con un precioso zapato en la mano. Ding- dong.
¿Por que está historia? Por que un zapato es algo mas que un accesorio que nos ponemos y salimos a la calle. Es nuestra protección contra el asfalto y el suelo, el frío y la calor, y demás condiciones a las que nos enfrentamos día a día.
Pero hacer un zapato tiene un mundo por detrás y gracias a Hispanitas puedo contaros como es...
Si os parece, si seguimos con este cuento, pero dejamos a la pobre cenicienta sin su zapato y vamos a contar la historia de los verdaderos protagonistas... Los zapatos.
Para recapitular un poco, hasta ahora nos habíamos dejado la cara como un cristo con el corrector. Hoy vamos a conseguir una piel bonita para ir completando el maquillaje.
